Pbro. Lic. Marcos Rodríguez Hernández

Diócesis de Xochimilco

Comentario al Evangelio

Hoy celebramos con la Iglesia el domingo de la Palabra de Dios. Providencialmente las lecturas de este domingo nos hablan de la importancia que tiene la palabra en la vida comunitaria.

En efecto, en la primera lectura, encontramos a un pueblo desorientado a causa del exilio, ha perdido la identidad, y en consecuencia, el pacto que había realizado con Dios. Por ello Esdras, el sacerdote, y Nehemías, el gobernador, instruyen junto con los levitas a la comunidad, para redescubrir la ley, como medio para encontrarse con Dios.

Si bien este pasaje nos marca la transformación de la comunidad al “pueblo del libro”, subrayamos el hecho del redescubrir la ley, centro de la alianza entre Dios y el pueblo. La primera pregunta que nos planteamos es ¿Encuentro la palabra de Dios como novedad en mi vida?

Los israelitas lloraron al escuchar la palabra, su llanto es primero de tristeza, pues son conscientes de que no cumplen con la ley. Luego su llanto es alegre, porque pueden renovar su alianza con el Señor. ¿Qué sentimientos me provoca el escuchar la palabra de Dios en la asamblea litúrgica?

La segunda lectura es una descripción de la primera comunidad cristiana, en orden de los dones recibidos por el Espíritu. Es, como lo describe el apóstol, a semejanza de los miembros del cuerpo, todos son necesarios, aún en la diversidad. Pero el centro de este cuerpo es Cristo, su cabeza, que maniobra todo su cuerpo. Si Cristo es la cabeza, su evangelio es el instructivo donde cada uno de nosotros podemos ubicar nuestro lugar. ¿Ya encontré mi servicio o don dentro de esta comunidad?

Del evangelio podríamos sacar algunas cuestiones prácticas que nos ayuden a relacionarnos con la Palabra:

- Lucas presenta su evangelio después de una minuciosa investigación, poniendo orden en los datos recabados. La palabra nunca es improvisada, tiene una clara ruta que Jesús va desarrollando a través de su ministerio. Nosotros también debemos hacer nuestra propia investigación: la Iglesia nos presenta la lectura orante de la palabra de Dios (lectio divina)

- Jesús comienza su ministerio en una sinagoga, lugar familiar donde se escucha, como en la primera lectura nos lo presenta, la palabra de Dios. Nuestro encuentro dominical así debe ser, familiar, para escuchar la palabra; pero también eclesial, porque la iglesia también es familia…

- La palabra de Dios siempre se actualiza, debemos estar abierto a que “hoy se ha cumplido”; cada vez que escuchamos la palabra de Dios tiene una actualización personal y comunitaria. Es una constante invitación a que nos dejemos guiar por ese Espíritu que se hace presente.

No dejamos de lado que estamos en el año Santo, donde se nos invita a tener conciencia de nuestra peregrinación, pero también de que somos portadores de Esperanza. Esta solamente puede crearse y mantenerse en la escucha atenta de la Palabra que nos ilumina, guía y fortalece.

¡Feliz domingo de la palabra! Que sea lampara para nuestros pasos y fortalezca nuestra esperanza.

III Domingo - Ciclo C